Para iniciar este informe sobre los contenidos de las técnicas más
complejas en el futbol campo, podemos decir que, para un futuro inmediato, todo
lo que concierne al ámbito del futbol será aun más complejo, se necesitaran de
jugadores más capaces, ósea, polivalentes y multifuncionales, mejor preparados,
sobre todo desde el punto de vista de inteligencia (teórico, técnico-táctico y
estratégico), para de esta forma poder optimizar el funcionamiento de los sistemas
de juegos complejos que se requieren en el futbol campo. Toda esta estructura
deberá alinearse sobre los aspectos de carácter individuales que dinamicen la
actividad, apoyándose en renovar los sistemas de juego, los cuales muestran
señales de evolución y paulatinamente progresan las complejidades
técnicas-tácticas.
Ahora bien la técnica individual compleja es el conjunto de acciones que
un jugador desarrolla para dominar y jugar el balón con todas las superficies
de contacto del cuerpo y los que permiten en el reglamento. Las cualidades
técnicas del jugador se aprecian en la velocidad de sus ejecuciones, en la
orientación de las acciones y en la utilización de los gestos técnicos.
En la preparación técnica individual los mecanismos de coordinación son
fundamentales para aprender las técnicas complejas, la coordinación en una
función psicomotriz y todas las funciones psicomotrices alcanzan la madurez
entre los 12 y 14 años de edad, ósea, simultáneamente con la pubertad, mientras
que las habilidades de rendimiento funcional (velocidad, fuerza de arranque,
resistencia) maduran únicamente entre los 16 y 18 años de edad. La
psicomobilidad precede a la ejecución de acciones, está relacionada con la
actividad motriz invisible, un entrenador que se concentra solo en la actividad
motriz visible, no obtendrá grandes resultados. Es importante motivar y activar
los mecanismos mentales detrás de la ejecución de una acción, desde los inicios
del futbol infantil, particularmente a nivel de la formación previa de los juveniles.
El incremento de las habilidades técnicas individuales en el futbol actual no
tiene lugar sin que el jugador no haya optimizado previamente su capacidad de
coordinación.
Si el jugador de futbol no tiene una buena relación técnica individual
con el balón difícilmente podrá contribuir con los aspectos tácticos y físicos
que el juego demanda. Se debe trabajar mucho en buscar primero la calidad de
las ejecuciones técnicas y luego la velocidad y cantidad. Trabajar de lo simple
a lo complejo es un proceso gradual que ayudara a perfeccionar cuando se llega
a la realidad de juego. Los pequeños detalles hacen la diferencia en los
entrenamientos de los fundamentos técnicos individuales. La calidad de la
técnica varia con la presión a la que es sometido el jugador en determinadas
circunstancias. Los contenidos técnicos individuales se pueden trabajar de
muchas formas, con algunos ejercicios analíticos, ejercicios aislados de
situaciones reales, con ejercicios integrados, con juegos en espacios reducidos
y con partidos de futbol.
En las técnicas complejas se pueden utilizar los ejercicios integrados,
que consisten en jugar partidos en que los objetivos es mejorar el aspecto
técnico individual y más en concreto a lo que se está buscando.
Como contenidos de las técnicas más complejas en el futbol tenemos las
siguientes acciones, como: la media bolea, la ruleta, la chilena o tijera, el
dribbling, la finta, el pateo con la parte externa del pie o llamado a 3 dedos,
el cabeceo y la conducción donde debes tener el dominio y control del balón,
utilizando diferentes gestos técnicos.
Debemos considerar sobre algunos
aspectos que dinamizan la complejidad de las acciones técnicas en las acciones reales
de juego del futbol campo, tenemos por ejemplo el dominio del balón con la
parte exterior del pie, tanto para pasar, conducir, empujar, regatear, tirar a portería,
esto para realizar un control orientado con el balón, con cambios de ritmo y
dirección, esto ayuda para crear el juego engañoso. También tenemos el trabajo
y la complejidad de los gestos técnicos ambidiestros, realizar las acciones
técnicas complejas con ambas piernas.
La conducción es una acción
técnica que permite al jugador dominar y llevar el balón en una determinada
dirección, a una velocidad variable que le permita conseguir una finalidad
propuesta y superar rivales u obstáculos. En un juego normalmente la conducción
del balón hay que ejecutarla salvando la oposición de uno o varios contarios,
por lo que el jugador que conduce el balón deben realizar además regates,
fintas y driblar. Una buena ejecución técnica permite conducir el balón,
realizando también cambios de ritmos de velocidad en el desplazamiento, además
tener un buen campo visual (visión periférica) para poder adoptar la mejor
solución posible y en cualquier momento pasar el balón, rematar al arco, o
driblar al adversario.
Se utilizan varios los elementos
indispensables para esta acción técnica compleja que es la conducción, como:
visión periférica, que es el dominio y manejo del balón con una amplia visión
del campo de juego. Precisión y fuerza para golpear el balón, toques cortos
garantizan posesión. La finta, es conducir, mantener el balón y driblar uno o
varios rivales con un movimiento de una parte del cuerpo sin mover con ello el
balón. Freno, es conducir el balón en forma rápida y detenerse bruscamente y
sorpresivamente con el fin de engañar a uno o varios rivales. Enganche, es
abrazar el balón con algunos de los bordes del pie para iniciar un cambio de
frente, cambio de juego, cambio de dirección, cambio de velocidad para preparar
o ejecutar una acción posterior. Amague, es conducir el balón e intentar
realizar una acción y realizar otra, es la máxima expresión del engaño al
rival, es simular detenerse, dar un pase o rematar, pero finalmente realizar
otra acción técnica distinta. Cambio de velocidad, es conducir el balón
realizando un cambio en la aceleración o desaceleración de acuerdo a los
requerimientos del juego para seguir con el balón. Cambio de dirección, es
conducir el balón en una dirección y ante un obstáculo u otra premisa, cambiar
la dirección que llevaba; esencialmente esta acción se realiza con los bordes
del pie mediante un enganche, puede realizarse también con la punta del pie. Cambio
de sentido u orientación, es conducir el balón y ante un obstáculo, u otra
circunstancia del juego, girar con el balón en 180º grados bruscamente.
Esquivar, es conducir el balón, driblar un adversario evitando que este lo
obstruya, lo choque o lo golpee para impedir su acción. Perfilarse (proteger el
balón), es conducir el balón ante la presencia del rival, interponiéndose entre
el balón y el rival.
La conducción del balón es una acción técnica compleja e
importante, que hay que trabajarla, corregirla y mejorarla, ya que cada partido
se pierden infinidades de balones, nos atascamos en situaciones ofensivas o
desperdiciamos ocasiones claras de gol por una mala ejecución en la conducción
de balón. Las bases de una buena conducción del balón son la velocidad con que
se realiza y la superficie de contacto del cuerpo que se utiliza, como cabeza,
pecho, muslo, pie, borde interno (conducción lenta pero segura) o externo
(conducción más rápida).
El dominio o control de balón es
otro de los gestos técnicos complejos que se deben trabajar a profundidad, por
ejemplo a continuación se pueden observar algunas clases de entrenamiento en el
dominio y control de balón. Ejemplo Nº1 se debe realizar toques con una
superficie corporal determinada, evitando que el balón caiga al suelo, al
tiempo que se desplaza en zigzag entre los conos.
En el ejemplo Nº2 debes realizar
toques con una superficie corporal determina, evitando que el balón caiga al
suelo, al tiempo que te desplazas en línea recta entre los conos.
En el ejemplo Nº3 debes realizar
toques con una superficie corporal determinada, evitando que el balón caiga al
suelo, al mismo tiempo te desplazas siguiendo la trayectoria de los conos.
En la grafica Nº4 debes realizar
el mayor numero de toques posibles, evitando que el balón caiga al suelo,
dominándolo con el muslo.
En la grafica Nº5 debes realiza
toques con una superficie corporal determinada evitando que el balón caiga al
suelo, al mismo tiempo que te desplazas, cuando llegues al banco se debe
intentar pasar por arriba sin perder el balón.
Otra de las técnicas complejas
es la técnica de la ruleta, que consiste en conducir el balón y al momento que
se te acerca una marca u oponente debes pisar el balón con una pierna y girando
a 180º grados pasas el balón hacia la otra pierna, es un gesto técnico complejo
donde se desarrolla la coordinación, la habilidad y la rapidez.
Las técnicas complejas de juego
requieren de un grupo de requisitos para los cuales se debe preparar y entrenar
muchas horas, independientemente de que se han apreciado renovaciones, los
entrenadores y los jugadores deben estar preparados para dicho empeño, se
necesitan muchas horas de perfecciones técnicas a máxima escala, condiciones
físicas de excelencia e inteligencia coordinada. En diferentes análisis y
aproximaciones que se han realizado se ha llegado a determinar que con 11
jugadores polivalentes se podrían dar los primeros pasos metodológicos para la
enseñanza de las técnicas complejas que se requieren en un juego de futbol.
Ahora hablaremos de los sistemas de alto rendimiento; en la mayoría
de los programas de entrenamiento coinciden en que se deberían considerar
factores como la herencia, el biotipo, las capacidades físicas, desde un
aspecto psicológico, la inteligencia, la creatividad y el control emocional.
También se debe encuadrar la alimentación, el estado de maduración psicofísico,
la experiencia, las relaciones sociales y el medio ambiente.
Si hablamos que un número de
partidos de futbol a nivel competitivo durante una temporada está alrededor de
50 a 60 partidos y la cantidad de sesiones de entrenamiento dura entre 10 y 11
meses, para un promedio de 220 y 240 sesiones, podemos tener la idea de la
cantidad de energía y compromiso psicobiologico de lo que requiere un atleta de
elite para soportar un trabajo, evitar lesiones y rendir al mejor nivel durante
un año.
Para lograr saber la real
potencialidad de productividad del futbolista, hay que relacionarla con las
exigencias en los partidos oficiales de carácter competitivo, pues estos serán
los indicadores para programar posteriores entrenamientos. A partir de esta
referencia se debe desarrollar las aptitudes específicas, según el puesto y la
función técnica-táctica y estratégica a desempeñar cada jugador, proyectando
así el rendimiento individual y colectivo de la temporada. Las demandas
fisiológicas del juego de futbol están representadas por las intensidades a las
cuales se llevan a cabo las distintas actividades durante un partido, la
intensidad del esfuerzo durante el futbol competitivo puede indicarse por la
distancia total cubierta, esto representa una medición global de la tasa de
esfuerzo, la cual puede ser dividida en las acciones discretas de un jugador
particular, durante todo el juego. Los registros de las actividades y de las
mediciones fisiológicas durante los partidos pueden usarse para evaluar las
exigencias del futbol.
El reto y objetivo para mejorar
un gran porcentaje de la producción de rendimiento del futbolista es crear en
los entrenamientos situaciones considerablemente parecidas a la realidad de
competencia, que permitan no solo mejorar la habilidad técnica sino comprometer
al mismo tiempo las capacidades condicionales físicas e involucrar la toma de
decisión y ejecución, considerando en todo momento la duración, intensidad y
volumen de ejecución de las diferentes acciones de juego.
Los factores que debemos analizar
y considerar en una planificación de entrenamiento son las que demanda el
jugador, según su trabajo técnico-táctico y psicológico a realizar en la
competición. Sin embargo otro porcentaje para aumentar el rendimiento se debe,
por la influencia directa que tiene es la dieta deportiva (alimentación de
calidad), la situación social y el sistema de vida socio deportiva cotidiana del
jugador, estos puntos son determinantes para un alto rendimiento.
Ahora bien de todos los factores
que condicionan el alto rendimiento tenemos:
la preparación física: Las
características propias y lógica interna de un equipo de futbol lo conforma una
gama diferente de jugadores en cuanto a capacidad morfofuncional y posición
dentro del campo de juego, lo que obliga a muchos gastos de energía
específicos. Ocurre que prácticamente en ocasiones los jugadores del mismo
equipo se encuentren en optimas condiciones psicofísicas durante la temporada
en un mismo momento, por lo tanto la preparación física es extremadamente
compleja y difícil de programar. Un partido de futbol requiere de una
producción de energía (rendimiento Biológico) y de un gasto de energía
producida, percibida a través del rendimiento físico. La forma básica de
obtención es mediante procesos aeróbicos, pero al tener que realizar cambios de
actividad es necesario recurrir también a procesos anaeróbicos, es decir, las
solicitaciones cardiovasculares y metabólicas son intermitentes.
Tenemos la resistencia aeróbica:
el nivel de consumo máximo de oxigeno y los valores de consumo que pueden
mantenerse durante actividades prolongadas son importantes a la hora de evaluar
la condición física de los futbolistas, puesto que se han encontrado
correlaciones positivas entre estos valores y la participación en los partidos.
En una investigación realizada por (Turpín, 2000), concluye que un jugador está
entre los 160/180 pulsaciones/minuto, durante el 75% del tiempo, por lo que la
capacidad aeróbica es la cualidad básica del futbolista.
Tenemos la resistencia
anaeróbica: donde la concentración de lactato en la sangre suele ser utilizada
como un indicador de producción de energía láctica. Varios autores aconsejar
ser cautos al valorar, porque puede haber grandes diferencias entre atletas en
la producción del lactato, ya que la cantidad de ejercicio de alta intensidad
en un partido depende de factores como la motivación del jugador, el estilo de
juego, las tácticas y estrategias.
Tenemos la fuerza: el propósito
del entrenamiento de fuerza en el futbol no es el de construir grandes músculos,
el entrenamiento de fuerza no debe desarrollarse independientemente de otras
habilidades, por ejemplo la velocidad y resistencia especifica, en el futbol
las fuerza no se usa en forma absoluta, sino en forma de potencia. Esta
representa el ingrediente esencial en los movimientos específicos, tales como
aceleración y desaceleración, saltos para cabecear la pelota, cambios rápidos
de dirección y remate de pelota.
Tenemos la velocidad: en el
futbol actual se exige cada vez más una dinámica y movilidad, en acciones
ejecutadas a mayor velocidad, esta capacidad se considera importante a la hora
de los entrenamientos. No solo la habilidad técnica-táctica requiere rapidez de
ejecución, hay que poner énfasis en todas las formas de velocidad del jugador,
sobre todo la velocidad de reacción y decisión. La velocidad de ejecución de
acciones simples y complejas y la velocidad de colaboración entre los jugadores.
(Turpin, 1998), declara que la
velocidad de reacción y de carrera son importantes, además conviene saber que
la velocidad del futbolista es diferente en: la zancada es más pequeña, el
centro de gravedad es más bajo, los músculos están menos relajados y hay menos
impulsión.
Tenemos la flexibilidad: es la
capacidad de obtener mayor amplitud de movimiento en el ámbito articular,
ejercitándose y mejorando a través de estiramientos pasivos y activos de los músculos
que participan en la articulación trabajada. Es una capacidad que no ha de ser
descuidada porque interviene en la prevención de lesiones y mejora la
coordinación y destreza.
La flexibilidad es altamente
específica de la articulación que está siendo evaluada. Es posible tener un
alto nivel de flexibilidad en una articulación y tener un limitado rango de
movimiento en otra, esto significa que la flexibilidad no existe como una
característica general, sino en cambio es específica de una articulación y de
una acción articular en particular. Se recomienda en especial los trabajos de
flexibilidad de articulaciones y músculos para los futbolistas en especifico
los aductores, los isquiotibiales, el tríceps sural, psoas, abdominales y
dorsales.
Tenemos la técnica: es la
disposición de un conjunto de movimientos aprendidos, siguiendo modelos
ideales, resultado de diferentes investigaciones concretas, que le permitirán
al jugador realizar acciones precisas al objeto de perfeccionarse en su propia
practica motriz, con el objetivo de alcanzar un máximo rendimiento.
Tanto las acciones de ataque
como defensivas comprometen en el jugador toda su potencialidad, en ella la
manifestación técnica (adaptada al jugador) es fundamental a la hora de
ejecutar, dirigir o recibir el balón, por yanto la habilidad técnica-táctica se
transforma en el eje donde se basa la eficacia y eficiencia del juego. Esta
habilidad requiere de cualidades motrices como la coordinación dinámica general
y el equilibrio, además de una coordinación especifica.
Tenemos la táctica: es la
respuesta espontanea de uno o más jugadores a las circunstancias del juego,
condiciones limitadas en el tiempo, en el espacio y en el número de jugadores.
El sentido táctico define la calidad y rapidez de reacción del jugador frente a
una situación de juego, involucra la capacidad de percibir, analizar, decidir y
ejecutar exitosamente una jugada futbolística, elegida de entre su memoria y
repertorio psicomotriz, esto traduce la inteligencia de juego del jugador.
Tenemos la estrategia: significa
intentar conseguir el objetivo principal que es ganar, planificar previamente
la actuación a corto, medio y largo plazo (entrenamiento temporada). Abordar la
globalidad de los aspectos que intervienen (selección de deportistas, plan de
entrenamiento, dieta deportiva y otros). (Olivos, 1997) dice: La estrategia nos
revela la estructura esencial del futbol, el esqueleto que le da al juego su
forma y consistencia, cada partido es diferente de los demás, como cada persona
es diferente de las otras, sin embargo sus esqueletos son iguales y constan de
las mismas piezas. En este comportamiento estratégico motriz inciden todos los
parámetros que determinan la estructura funcional de los deportes de
cooperación-oposición, es decir participa la técnica, el reglamento, el
espacio, tiempo y la comunicación.
Tenemos la preparación
Psicológica: el entrenamiento psicológico es un subsistema del sistema general
de preparación del atleta, es consustancial a los ciclos de planificación anual
del entrenamiento. Aspectos como la ansiedad, la fobia, la histeria, la
somatización, las obsesiones, y otros, pueden presentar un serio hándicap para
poder alcanzar el rendimiento pleno durante la práctica deportiva. La
preparación psicológica persigue: coadyuvar a formar la disposición psicológica
adecuada para la realización del entrenamiento deportivo con la meta de crear,
mediante el, las posibilidades físicas, técnicas-tácticas que posibilitan el
éxito deportivo. Y perfeccionar las particularidades emocionales y volitivas
para lograr estados psicológicos que posibiliten un elevado rendimiento
deportivo. Es necesario profundizar el conocimiento de los estados emocionales,
la personalidad y la conducta específica de cada jugador, a través de una
evaluación de este, tanto en entrenamientos como en partidos oficiales para
determinar su perfil, luego establecer métodos y objetivos que puedan modificar
los estados negativos que afecten su rendimiento e incrementar aun mas sus
fortalezas.
La red de relaciones interpersonales
que se establecen en los deportes de equipo descubren con nitidez a los líderes
positivos y negativos. Ahí la importancia del trabajo de intervención
psicológica, previniendo principalmente los quiebre y divisiones existentes al
interior del equipo, lo cual afecta significativamente el rendimiento
individual y colectivo.
Tenemos las variables
Sociológicas: las condiciones sociales e institucionales del entorno del
deportista juegan un papel importante en el desarrollo de su carrera, por lo
que pasan a ser también tan determinantes como los factores genéticos y
psicológicos. Es común la aplicación de test físico-técnico como instrumentos
para la obtención de una gran cantidad de datos economizando tiempo, pero no
son suficientes para valorar al futbolista, por tanto el complementar esta
información con una de carácter cualitativo como los cuestionarios o
entrevistas supone una validez de resultados mayor.
El deportista que se somete al
duro trabajo que lleva consigo el entrenamiento, debe tener unas condiciones de
vida con un medio ambiente y un entorno geográfico favorable. Hay que aportar
al deportista los medios que permitan mejorar su entorno vital y el entorno de
rendimiento. Las variables serian: mejorar las condiciones de vida, buscar la
estabilidad emocional, el reconocimiento social del deportista, la mejora de
perspectiva de futuro.
Tenemos la Nutrición: por lo
general la dieta alimenticia de los deportistas no debe ser distinta
cualitativamente de los no atletas, la única diferencia estriba en el contenido
calórico de la misma, el cual es más elevado en los que practican deportes. Una
dieta normal al no conseguir restaurar los gastos realizados por el
entrenamiento intensivo, debe ser completada con la ingesta de proteínas e
vitaminas, que mejoran el rendimiento produciendo energía o de la eficiencia de
su suministro en el ejercicio.
Según (Bangsbo, 2002), el jugador de futbol
debe tomar tres comidas diarias principales durante el día, una por la mañana,
una al mediodía y otra por la noche. Cada comida debe aportar aproximadamente
el 25% de la ingestión energética total, el restante 25% debe proceder de las
meriendas entre comidas, además aporta otro dato interesante al decir que para
un jugador de tamaño medio, el consumo de energía durante un partido está
alrededor de 1150 kilocalorías.
Tenemos el entrenamiento
intangible o Invisible: cada atleta es un individuo con necesidades y
preferencias únicas, los atletas que están felices con su estilo de vida,
tienen mayores posibilidades de éxito en la competición de alto rendimiento. No
sabemos muchas veces que sucede después de finalizada la sesión de
entrenamiento tradicional, la actividad cotidiana realizada luego por el
jugador, puede ser seriamente contraproducente y alterar la planificación, evaluación
y registro que llevan principalmente los preparadores físicos, psicológicos o
nutricionistas que verían seriamente alterado su programa en caso de que la
vida cívica-deportiva no esté bien orientada o entrenada, solo es posible un
control de estos aspectos en los momentos de concentración del equipo.
Del mismo modo que empleamos
volúmenes o intensidades de trabajo, charlas técnicas o análisis de videos,
debemos crear sesiones de entrenamiento donde se eduque el desempeño
cívico-deportivo que le corresponde a cada jugador según su edad y categoría de
competición, porque el objetivo perseguido es el mismo, aumentar el rendimiento
deportivo. Una gran cantidad de futuros talentos o profesionales se pierden
porque dejamos fuera ese contenido intangible como es el modo o estilo de vida
del jugador, que podría ver aumentado aun mas su rendimiento si este es
consciente del correcto cuidado de su herramienta de trabajo, su salud y su
físico. Los aspectos a considerar y fortalecer e incluirlos en una
planificación de alto rendimiento son: horarios y horas de sueño en un ambiente
y lugar adecuado, alimentación entre comidas tradicionales, las amistades y su
forma de recreación, estabilidad de pareja, ingesta de automedicación,
asistencia a compromisos sociales y lo más importante educación permanente.
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