viernes, 18 de septiembre de 2015

¿CUANDO EMPEZAR LA INICIACIÓN AL FUTBOL?



¿CUANDO EMPEZAR LA INICIACIÓN AL FUTBOL?

Sobre cuando comenzar la iniciación deportiva hay muchas teorías, nosotros hemos resumido estas diversas ideas en dos muy concretas. Hay unos autores que hablan de iniciación deportiva desde la infancia y otros que hablan de iniciación deportiva alrededor de los 10 años.
Aunque parecen teorías muy dispares, analizándolas en profundidad llegamos a la conclusión de que no lo son tanto, ya que su diferencia es tan solo de terminología. Los autores que hablan de iniciación deportiva desde la infancia se refieren a un trabajo general sobre el niño orientado hacia una futura actividad deportiva; los que hablan de iniciación a los 10 años aproximadamente, se refiere a trabajo concreto y especifico hacia un deporte dado; así, estos no están en desacuerdo con trabajar con el niño de forma general hasta los 10 años y entonces empezar a hacerlo de forma más especifica.

INICIACION DEPORTIVA DESDE LA INFANCIA

En el prologo de la edición española del libro de Liselott Diem, deporte desde la infancia, José María Cajigal, dice: “El hombre será en definitiva lo que haya sido su infancia”. Según él, el individuo, la persona, se constituye en la infancia, de ahí que la evolución que se da en los primeros años de vida tenga una gran importancia. Esto es válido también para la evolución deportiva, ya que la considera más como un enriquecimiento de la persona por el movimiento que como una adaptación técnica y física a la práctica de un deporte.  
En los primeros años (0-3 años) el movimiento es fundamental, ya que gracias a el, el niño desarrolla su facultad de observación, su creatividad, su capacidad de coordinación y de este modo su sentido del equilibrio, del espacio y del tiempo.

De 3 a 6 años, el aprendizaje deportivo se realiza en los siguientes pasos didácticos según Liselott Diem:
1.- Se crea la situación y los estímulos adecuados.
2.- Se plantea el problema y cada individuo intenta resolverlo: “actuación de prueba y ensayo”.
3.- Se repiten, se comparan y se juzga la solución hallada: “fase de comprensión”.
4.- Variación individual de las formas básicas: “fase Creativa”.   
5.- Se dificultan los ejercicios y el sujeto trata de emular sus propias realizaciones y las de los demás: “Conocimiento del nivel real de aspiración”.
Listett Diem propone para mejorar la habilidad corporal gran variedad de estímulos y ejercicios. De 6 a 10 años es la edad considerada por estos autores como la más apta para adquirir habilidades corporales y el desarrollo de esas habilidades se realiza mucho mas a través de la práctica de las diferentes especialidades deportivas.
Los deportes-juegos son otra forma de desarrollar la capacidad motriz. En esta edad se trata, sobre todo, de que el niño sea capaz, no solo de reaccionar correctamente, sino también de aplicar conscientemente las técnicas oportunas.

INICIACION AL FUTBOL

Para conocer el momento adecuado para la iniciación especifica al futbol, creemos que se deben conocer algunos rasgos de los niños en las distintas edades:
7 años: El niño de 7 años puede tener “periodos” en que solo se dedica a un tipo de actividad; luego puede abandonarla repentinamente por otra. Cuando se le pide que haga algo se fatiga rápidamente. 
8 años: Muestra mayor disposición que el niño de 7 años hacia el aprendizaje de técnicas nuevas. Tanto los varones como las niñas gozan con el futbol. Sus intereses son de duración breve y pasa rápidamente de una cosa a otra. Toda sesión de juegos sin supervisión termina con frecuencia en discusiones.
9 años: Al niño de 9 años le complace poner a prueba su habilidad. Si algo le gusta puede perseverar hasta dominarlo. Tienen gran curiosidad por aprender y le gusta exhibir las habilidades que aprende.
10 años: El niño de 10 años experimenta placer en la simple actividad física. Le gusta pertenecer a clubes y asociaciones colectivas. Es la edad de la culminación de las habilidades acumulativas. Hacia los 9 o 10 años se le despierta al niño el interés por hacer sus movimientos eficaces y por intentar llegar a unos niveles concretos de rendimiento.

Numerosos psicólogos han coincidido en que la edad ideal para iniciar el aprendizaje motor debe ser aquella en la cual no exista “crisis”, tanto del crecimiento fisiológico como del desarrollo psicológico.
Nicola Comucci, considera los 10 años como la edad ideal, porque a esta edad el joven ha terminado ya un ciclo evolutivo. Este periodo corresponde a la fase de formación muscular que sigue al alargamiento de los huesos, característico de la primera pubertad.
Después de este breve estudio, es obvio que la edad mas adecuada para la iniciación al futbol oscila entre los 9 y 10 años, porque el niño reúne muchas cualidades que le permiten asimilar las habilidades futbolísticas con mayor facilidad.

Pero si yo enseño a un niño a jugar a los 7 años y trabajo con él desde esa edad, ¿no será mucho mejor a los 12 que otro que haya empezado a los 10? Para contestar a esta pregunta debemos conocer los experimentos llevados a cabo por Dusenberry, de los que se puede deducir que el tiempo empleado en el ejercicio puede resultar perdido si se hace a una edad inapropiada (hizo dos grupos de niños de 3 a 4 años y otros dos niños de 5 y 6 años. Un grupo de 3 y 4 años y otro de 5 y 6 años, se entrenaban en el lanzamiento de pelotas; los otros dos grupos no. Después de un tiempo comprobó que la diferencia entre los niños de 3 a 4 años entrenados y no entrenados, no era apreciable; sin embargo, entre los entrenados y no entrenados de 5 y 6 años, esa diferencia si era visible. Lo que demostraba que se debía trabajar esta habilidad a los niños de 5 y 6 años y no antes; luego el trabajo hecho anteriormente en este sentido, no era provechoso).
Por otra parte, el trabajo de iniciación al futbol implica unas exigencias a cuanto a dimensiones de campos, porterías, tamaño y material del balón, etc. Que van en función a la edad del niño y de su constitución; si empezáramos a los 7 años, estos aspectos deberían volverse a estudiar, ya que de no hacerlo así se podrían crear multitud de vicios o defectos técnicos debidos a la no adaptación fisiológica del niño al material (por ejemplo, si el balón es muy pesado, cuando golpee lo hará con la puntera, porque de otra forma no podría con el balón y este defecto puede influir más adelante en su técnica de golpeo). 

De una forma general, el trabajo a realizar en la etapa de iniciación al futbol puede muy bien consistir en lo que nos recomienda Felipe Gayoso:
1.- Trabajo físico: Coordinación, esquema corporal, percepción temporal, percepción y estructuración espacial.
2.- Trabajo técnico: (Método global) parada con la suela, semiparada con el interior y con la suela, amortiguamiento con el interior y con el empeine, conducciones con el interior y con el exterior, golpeos con el interior y con el empeine, golpeos con la cabeza.
Una forma de que los niños aprendan sin aburrirse son los juegos, el futbol con equipo de 5 jugadores es un juego muy adecuado para esta fase de iniciación.
En conclusión debemos favorecer todo lo que sea movimiento en el niño desde su nacimiento, para irlo preparando para su “verdadera” iniciación al futbol que se llevara a cabo entre los 9 y 10 años en los centros de iniciación o clubes adecuados.

Por: Rafa Benítez ex-director técnico del Napoli SSC y Emilio Córdoba Astillero. Licenciados en educación física y entrenadores de futbol.  


Cultura de un club deportivo



Las organizaciones crean una subcultura, típica en cada una de ellas. Perceptible e influyente, caracterizada por conductas concretas, escalas de valores, conceptos específicos de deporte y de adhesión social de sus miembros. En pocas palabras: Cada organización desarrolla una cultura propia a lo largo de su historia. Toda asociación crea su propia realidad social con el trasfondo de su tradición e historia; se van constituyendo normas específicas, patrones de conducta y rituales. Una manera Típica de tomar decisiones y llevar a cabo tareas; se advierte con ello, hasta qué punto se toman decisiones bajo acuerdo o conflicto, qué grado de participación se consigue. Qué predisposición a aceptar compromisos se puede esperar; en cada forma concreta de relación que se desarrolla en el club, se hacen visibles las camarillas que se forman, la importancia Que estas adquieren, quién ejerce, qué influencia y cómo se utiliza ésta.

También forman parte de la cultura organizativa las fiestas que se celebran, las ofertas extradeportivas que realizan y los modos de captación e integración de nuevos socios. Una característica importante de la cultura asociativa es el tipo de sociabilidad existente. Sociabilidad es tertulia despreocupada y comunicación no interesada, basada en una igualdad de condiciones de todas las personas que participan de ella. En este sentido podemos hablar de una democracia de la sociabilidad. Por eso, el club, además de por su objetivo inicial posibilitar la práctica deportiva, puede ser descrito como un conjunto de personas que se relacionan, intercambian experiencias y llegan a conocerse, con lo que construyen una realidad común. Un ejemplo típico de ello es la sociabilidad del encuentro tras la competición: el evento deportivo se recuerda en todos sus altibajos, se reconstruye
y se hace presente. La sociabilidad deviene una rememoración cognitiva de experiencias deportivas. Con ello se vuelve una parte imprescindible de la vida del club. Sirve para rememorar los objetivos del club, para reforzar la integración en el mismo con lo que se favorece la cohesión de los miembros y es un factor de motivación para el trabajo voluntario.